Aunque respetar la privacidad del niño es bueno, procuremos no dejar el computador en la habitación del niño.

Es mejor ubicarlo en un espacio en donde la gente pueda ver qué está observando el niño en el monitor.

Se recomienda además que adultos y menores compartan el espacio digital y no constituya éste precisamente un entorno más de disgregación.

Ver sus reacciones ante la pantalla e incluso la frecuencia e intensidad de uso de la misma puede ponernos sobre la pista en caso de existir algo sospechoso.

Fijemos tiempos de uso del computador a los niños cuando se navega por Internet.

Establezcamos límites firmes y con cariño en este aspecto, sin dejarnos llevar por ternuras que no van al caso (“mira; con mucho gusto puedes usar la Internet por "X" tiempo, y no será más ni menos).

Existen programas para controlar el acceso a Internet por parte de los niños para que los padres decidan donde pueden acceder y elijan perfiles para cada menor en particular mediante perfiles de navegación por edades.

El Software de control paternal es una de las herramientas más valiosas para seleccionar las páginas web que no deben visitar los pequeños.

Algunos tienen la gran opción de mostrar en qué otras actividades han estado involucrados los usuarios durante el uso de la computadora.

Para evitar que los niños pequeños se vean expuesto a riesgos y contenido no apto, estos programas son una excelente opción sin duda alguna.

La mejor manera de asegurar que tus hijos tengan experiencias positivas al hacer uso de los servicios en línea es interesarse por lo que hacen. Una forma de hacer esto, es pasar tiempo con ellos mientras están usándolos.

Pídeles que te muestren lo que hacen y que te enseñen cómo tener acceso a los servicios que ellos usan.

Es muy posible y muy natural que por otra parte, pidan un poco de privacidad.

Atendamos a su solicitud pero no les dejemos a sus anchas.

Dejémosles preparados los sitios aptos para visitar en el menú Favoritos y controlemos el historial de páginas visitadas.

Si se opta por un sistema de seguridad que no impida el acceso a sitios peligrosos, es importante hablar con nuestros hijos y establecer juntos las reglas a seguir en el uso de Internet.

Es recomendable interesarse y controlar el historial de páginas visitadas. 

Existen programas que graban todo lo que sucede en la computadora cuando no estamos.

Esto es sumamente útil para información detallada para los padres, de las páginas que ve un niño y con quien habla en nuestra ausencia. 

Es necesario que los padres aprendan a utilizar el ordenador.

De este modo y hasta cierta edad, se conectan con ellos y el niño aprende a disfrutar de Internet junto a sus padres; además conocer el ordenador ayuda a los padres a distinguir qué software utiliza y qué páginas visita el menor más fácilmente.

Si tienes alguna preocupación en cuanto a tus hijos y sus actividades en el Internet, habla con ellos. Busca también el consejo y la orientación de otros usuarios de ordenadores y familiarízate con el uso de estos sistemas.

La comunicación abierta con tus hijos, la vigilancia adecuada y el uso personal de los servicios en línea te ayudarán a obtener el máximo beneficio de estos sistemas y te alertarán sobre cualquier problema potencial que ocurre al usarlos.

Es particularmente bueno que los niños tengan reglas claras sobre lo que pueden o no hacer y conocer sus consecuencias, especialmente respecto al tiempo de uso (de día y evitar el uso durante la noche).

De esta manera el niño sabrá a priori a lo que atenerse en caso de incumplimiento y además se evitarán conflictos o mensajes contradictorios.