El monte Fuji, con 3.776 metros de altitud, es el pico más alto de la isla de Honshu y de todo Japón. Se encuentra entre las prefecturas de Shizuoka y Yamanashi en el Japón central y justo al oeste de Tokio, desde donde se puede observar en un día despejado. El Fuji es un volcán compuesto y es el símbolo de Japón.
Es lo más fotografiado del país. Se puede escalar hasta la cima (de 6 a 8 horas), y de hecho los japoneses creen que es algo que deben hacer antes de morir. Si no pretendes subir a la cima, Fuji es visble desde las poblaciones cercanas, incluso desde Tokyo en un día despejado. En casi todos los hoteles existen excursiones organizadas que incluyen Hakone, la subida en el teleférico, un minicrucero por el lago y la vista del monte Fuji.
Considerado sagrado desde la Antigüedad, les estaba prohibido a las mujeres llegar a la cima hasta la era Meiji (finales del s. XIX). Actualmente es un conocido destino turístico, así como un destino popular para practicar el alpinismo. La temporada “oficial” para practicar el alpinismo dura desde principios de julio hasta finales de agosto.
Son mayoría los que escalan por la noche para apreciar la salida del sol. El monte Fuji está dividido en 10 estaciones. Se puede acceder hasta la quinta por carretera (1.400 m). Existen cuatro quintas estaciones diferentes, dependiendo por qué cara se ascienda al Fuji. Una vez en la cima, se puede pasear alrededor del cráter (aproximadamente una hora) y visitar el centro metereológico.